Animal inventado (nuclemálleus)

El Nuclemálleus es un animal nocturno en el exterior ya que posee unos ojos adaptados a la oscuridad de las cuevas y grutas, zonas en las que suele vivir. Hace cientos de años vivía en ellas, sin embargo, la alta inestabilidad de las placas tectónicas y fortísimos terremotos que han asolado el planeta en los últimos 300.000 años han creado rutas a la superficie, ahora adaptada a éstos peliagudos animales. Su nombre es una unión de Nuclear y de Malleus (martillo en latín). Éste nombre cobra sentido gracias a la increíble naturaleza de la chepa de éste animal en cuyo interior se encuentra una potente y peligrosa minicentral nuclear. La segunda parte de su nombre hace referencia al mazo con pinchos extremadamente afilados y fuertes que se encuentra en su musculosa cola y que le sirven para defenderse y para extraer el uranio de las profundidades de las grutas de las que proviene, uranio con el que se alimenta, ya que obtiene su energía de las reacciones nucleares que se generan en el interior de su chepa. Ésta naturaleza nuclear lo hace un animal extremadamente peligroso, dato del que es aparentemente consciente, ya que al llegar el fin de su larga vida (2000-2300 años) se adentra en la oscuridad de las grutas en busca del más profundo destino abriéndose paso con su potente y poderosa cola que le permite cerrar el hueco a su paso, atraído por el calor radiante del centro del planeta gracias a un instinto natural y, de este modo, dañar lo menos posible al planeta tras la explosión que genera a su muerte, ya que la causa mayoritaria de muerte de ésta especie es por desgaste de la gruesa capa que protege su chepa.

Las características de éste peculiar animal son:

Cabeza:

En su cabeza se encuentra un orificio a modo de boca, rodeado de cinco fuertes colmillos y una tela que los une para evitar que se escape alguna pizca de uranio o agua (los dos únicos alimentos que ingiere éste curioso espécimen. También tiene un par de orejas que le permiten escuchar a quienes le acechan en las oscuridades. Sus ojos son oscuros y saltones, lo cual le permite un amplio campo de visión y una visión adaptada a la oscuridad de su entorno.

Patas:

Sus patas se articulan en dos zonas para permitirle aguantar el pesado material que recubre su “estómago”. Además se ayuda de unos cascos que recubren sus pies para permitirle moverse con soltura y sin molestias por los rocosos suelos de las profundidades.

Brazos:

Tiene unos brazos especialmente curiosos ya que están dotados cada uno de un juego de tres tentáculos en forma de garras con ventosas que le sirven tanto para agarrar como para olfatear y de éste modo buscar el uranio que precisa para vivir.

Cola:

La cola del Nuclemálleus está dotada de músculos suficientes como para, con la ayuda del término de su cola en forma de mazo y con fuertes y afilados pinchos, pueda picar la roca para poder alcanzar su objetivo (plutonio, nuevo paso por las cuevas, defenderse de los depredadores, …)

Cuerpo:

El tronco de éste animal es posiblemente la parte más importante y rara del Nuclemálleus. Contiene un “estómago” muy peculiar que en vez de poseer ácidos y dotarlo del término herbívoro, carnívoro u omnívoro, lo define con un término hasta entonces desconocido y bastante simple dado la juventud del descubrimiento y el monopolio del término por parte de éste animal, plutívoro. Su chepa está recubierta de una capa extremadamente espesa y pesada que le permite no explotar con las altísimas presiones y potentes explosiones que se generan en su interior gracias al plutonio que consume. Debe además beber agua que encuentra normalmente en acuíferos para poder refrigerar en casos extremos su cuerpo por medio de una serie de conexiones que pasan por los alrededores de su chepa y que desembocan en tres pequeñas “chimeneas” que expulsan vapor tras el calentamiento del agua.